martes, 2 de octubre de 2007

Ensalada de espinacas y nueces

La primera vez que hice esta receta aún no vendían las espinacas en bolsas ya lavadas… Tuve que pelearme con un manojo de hierbas con sus raíces y su tierrecilla. Pero está riquísima y es fresquita, original y no sé por qué, pero siempre pienso en ella como una ensalada de invierno.

Ingredientes:
  • Espinacas frescas, limpias y secas.
  • Un puñado de nueces peladas y partidas en trozos pequeños, como en “cuartos”.
  • Aceite de oliva, sal Maldon (o sal gruesa), mostaza de Dijon (a mí me gusta la que viene en grano, pero puede usarse la otra) y el zumo de media naranja.

En una ensaladera poner las espinacas y echar las nueces por encima y una pizca de sal Maldon.

En un bol poner la mostaza y el zumo de naranja y mezclar con las varillas, cuando esté bien mezclado, ir echando el aceite poco a poco, para que ligue, como si fuera una mayonesa.

Rectificar de sal si hace falta y servir aparte, porque las espinacas se ponen feas muy rápido en cuanto se aliñan, así que mejor aliñar directamente en el plato.

En una nota en un margen de la receta pone que la hice una vez con queso azul en vez de mostaza…. No lo recuerdo, pero si lo apunté es que me gustó el resultado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué es la Sal Maldon? Tenga usted en cuenta que muchos lectores de su excelente blog somos, como mínimo neófitos en materia de cocina.

De todas formas, gracias por su excelente blog.

Cuaderno de Cocina dijo...

Hola! gracias por leer mi blog, me ha hecho mucha ilusión saber que alguien lo hace.
La sal Maldon es sal en escamas, muy pura. Es inglesa (de Essex, creo que he leído por ahí) y algo más salada que la sal normal, así que hay que poner menos cantidad de lo normal. Se usa en crudo, para una ensalada, o sobre carne o pescado a la brasa. Es más cara que la sal normal, pero da un toque muy especial a un plato.

Anónimo dijo...

Mil gracias por tu respuesta. Es a la vez instructivo y placentero leer su blog.

Ya nada es como antes, y es una grata sorpresa encontrar todavía algo tan maravilloso como el amor por las cosas bien hechas.