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sábado, 12 de julio de 2008

Te Helado

En verano me encanta el te helado hecho en casa: es ligero, refrescante, lo haces a tu gusto, con tu té favorito y nunca se acaba. Haces una jarra bien grande por la mañana, y tienes para todo el día.

1ª receta: Te helado a la manera tradicional.

Ingredientes:
  • 1/2 litro de agua hirviendo y otro medio litro de agua fría
  • 5 cucharaditas o 3 ó 4 bolsitas (el te de bolsita sale mas fuerte que el te en hojas, así que depende de cómo nos guste de fuerte) de Earl Grey (es el que yo uso, pero se puede utilizar cualquier otro te que nos guste, incluso se puede experimentar...),
  • Azúcar (yo pongo una cucharada sopera, pero se puede poner más, o nada, o sacarina...)
  • Zumo de limón (también "al gusto", yo pongo también, aproximadamente, una cucharada sopera para esta cantidad de te)

Preparamos el te con medio litro de agua de la manera tradicional, en la tetera, y dejamos infusionar 3 minutos, con cuidado de que no se nos pase el tiempo o el te, al ser muy fuerte, amargará.

Pasamos el contenido de la tetera a una jarra grande (de más de 1litro de capacidad), añadimos el azúcar y removemos bien para que se disuelva. Añadimos el agua fría y metemos en la nevera para que se enfríe bien. Cuando el té esté frío, ponemos el zumo de limón (es importante no ponerlo en caliente, ya que cambia el sabor y amarga muchísimo) y hielo hasta arriba y listo para servir.


2ª receta: Sun Tea (Te al Sol)

Lo "especial" de este te, es que se hace solo, sin necesidad de calentar agua, ni de nada. Solo necesita tiempo. Por eso es perfecto para los días perezosos del verano. Cuando lo hago, siempre tengo la sensación de estar de vacaciones y de no tener nada que hacer...

Ingredientes:

  • Una jarra de cristal (o plástico transparente)
  • Por cada litro de agua que quepa en la jarra, siete cucharadas de hojas de te, o 5 bolsitas.
  • Azúcar (o sacarina, o nada)

La idea es que el te se hace tranquilamente al sol: Cuando nos levantamos por la mañana, ponemos el te y el azúcar en la jarra, llenamos hasta 2/3 con agua a temperatura ambiente, tapamos la jarra con papel film para que no entren bichos y la ponemos al sol.

El té irá infusionando según se calienta el agua al sol, y en unas horas, para cuando apetezca algo super refrescante después de pasar la mañana haciendo cosas, o vagueando al sol, tendremos un té frío y suave.

Rellenamos la jarra con hielo, unas gotas de zumo de limón y listo. Luego lo podemos guardar en la nevera.

Este te es perfecto para hacerlo con té verde o blanco y añadir una rama de hierbabuena a la jarra mientras está al sol. También queda muy rico con tes de frutas.

viernes, 27 de junio de 2008

Tinto de Verano

Sabemos que es verano cuando al llegar a casa, después de un baño refrescante, lo que más apetece es un enorme tinto de verano que nos ayude a sacarnos de encima el calor del día. No tengo ni idea de a quién se le ocurrió lo del tinto con Casera, aunque yo lo recuerdo en casa de mis abuelos como algo fijo al poner la mesa: la botella de vino y la de casera. Y ahora lo han puesto de moda (si es que alguna vez no lo estuvo) y lo venden envasado, en grifo como la cerveza, hecho con un vino horrible o, peor aún, con "polvitos". ¡¡¡Qué asco!!! Yo, desde luego cuando lo tomo fuera de casa, pido, directamente "un tinto con casera, pero que no sea de esos preparados" especificando que quiero una copa de Rioja, con hielos y un poco de casera. Que yo no me dejo engañar en las cosas importantes.

Ingredientes:
  • Hielos: muy fríos y grandes, para no aguar demasiado el tinto de verano.
  • Vino tinto: yo soy de la opinión que cuánto mejor sea el vino, más rico estará el tinto de verano, así que, sin pasarse, pero que no sea de tetrabrik, por favor...
  • Casera: o en su defecto sprite o seven up. No vale la soda y con tónica queda horrible.
  • Rodajita de limón: no es imprescindible, pero viene bien. También puede ser de lima, o de naranja. Y si queremos ser exóticos y muy modernos, media fresa.
  • El vaso: que sea de boca ancha. Los mejores, los de sidra. O una copa grande y redonda. Prohibidos terminantemente los vasos de tubo (que deberían dejar de fabricarse, venderse y usarse).

LLenamos el vaso de hielo y ponemos la rodaja de limón. Añadimos el vino hasta llenar 3/4 partes del vaso y completamos con casera hasta el borde (sin que se salga!!). Mezclamos con mucho cuidado, bien empujando los hielos hacia abajo con la punta de un dedo (importantísimo chuparselo después) o más elegantemente, con un mezclador o una pajita. Yo, definitivamente, prefiero usar el dedo.

viernes, 26 de octubre de 2007

Gin Tonic


Como el té, un buen gintonic, reconforta, consuela, quita el frío, el calor y las penas. También se lo tenemos que agradecer a los ingleses, que se lo inventaron con fines medicinales: mezclar el agua tónica que contenía la quinina que tenían que tomar para la malaria con ginebra hacía que esta fuera menos amarga... Más adelante se le añadió el limón (o lima), que ayudaba a prevenir el escorbuto. Aunque la cantidad de limón (o lima) que contiene un gin tonic no es suficiente para curar ni prevenir el escorbuto. A no ser que tomes muchos, claro...

A finales del S. XVII, en Inglaterra, se decía que la ginebra era más segura para la salud que el agua (cómo sería el agua...). En 1695 suben los impuestos sobre la cerveza, y la ginebra se convierte en la bebida más barata y el consumo de ginebra se extendió entre los pobres, llegando a lo que se llamó la locura de la ginebra (Gin Madness), llegando a un consumo de 11 millones de galones (unos 34 millones de litros) de ginebra sólo en Londres (la población en el año 1700 era de unas seiscientas mil personas). En 1751 se aprueba una ley que prohíbe la venta de ginebra en pequeños establecimientos y restringe su distribución, en pocos años, el consumo baja a 2 millones de galones y la calidad de la ginebra mejora considerablemente. Está en camino de convertirse en una bebida respetable. Pero esto no sucederá hasta mediados del S. XIX, cuando empieza a servirse en los clubs de caballeros de Londres...

Ingredientes:

Ginebra. Aunque a mí me gusta Bombay Zaphir, hay quien dice que es demasiado aromática. Beefeater también me gusta. Y la “London Gin” que es ligeramente azul “de verdad” no como la zaphir que sólo tiene la botella azul.

El gin tonic tiene que estar bien frío, así que yo guardo la ginebra en el congelador.

Tónica: Es imprescindible que esté muy fría. Como con la ginebra, la marca es motivo de debates. Yo prefiero Schweppes. Al fin y al cabo, la tónica, con sus burbujas y su quinina la inventó en 1783 un alemán que se llamaba Johann Jacob Schweppe.

Hielo: Que esté muy frío (nada de hielos medio derretidos) y que sean cubitos grandes, para no aguar demasiado el gintonic. He leído en algún sitio una buena idea, que es hacer hielos con tónica. Los puristas dicen que el mejor hielo es el de barra, y que se saquen trozos con un pica-hielos en el momento de hacer el gintonic.

Limón (o lima): Otro punto que genera debates. ¿Sólo una corteza? ¿Una rodajita? ¿Unas gotas de zumo? ¿De limón o de lima? Creo que es cuestión de gusto. A mi me gusta con corteza de limón recién cogido. Y rasparla un poco para que desprenda el aroma sobre el hielo.

El vaso: que sea de boca ancha. Prohibido el tubo. Herejía. Deberían prohibirlos. Hay quien recomienda enfriarlo antes, como se hace con los martinis: se pone hielo en el vaso y se remueve un ratito, hasta que se enfríe el cristal. Luego se tira.

Se pone el hielo en el vaso y se añade la corteza, o rodaja o el zumo de limón (o lima). Yo lo remuevo, para que todo el hielo y el vaso cojan el aroma de la corteza de limón. Se añade la ginebra. Y luego la tónica muy fría. Se mueve todo para que se mezcle, pero no mucho para que no se “desgase” demasiado. Y a disfrutar.

Otra herejía: para el segundo gintonic (y posteriores) no se debe aprovechar el hielo del primero. Ya se habrá “calentado” y se aguará... Es mejor hacerlos “nuevos” cada vez.
A veces, en una noche de verano, después de varios gintonics, llega uno que se convierte en jintinoc. Y ese es el mejor de todos.