El curry (originalmente, en tamil “kari”) es una mezcla de especias, y aunque no tiene una receta exacta (depende de la región, la casta, la religión, la casa y el tipo de plato que se vaya a preparar) suele estar compuesto de comino, coriandro, fenogreco (también conocido por alolva), cúrcuma, semillas de mostaza, pimientas negra y roja, y, en algunos casos, canela, clavo y cardamomo. Todos estos componentes se secan y muelen hasta obtener un polvo fino.
El curry que compramos en el supermercado, la mezcla ya hecha, se la sacaron de la manga los ingleses y holandeses de la Compañía de las Indias a principios del S. XVIII. Y en la Exposición Universal de París de 1889 se estableció su composición exacta: tamarindo (34 gramos), cebolla (44 gramos), cilantro (20 gramos), ají (5 gramos), cúrcuma (3 gramos), comino (2 gramos), fenugreco (3 gramos), pimienta (2 gramos), mostaza (2 gramos).
Si se puede, es mejor comprar curry de alguna marca india (honee, kaas) o británica (yo uso Sharwood’s). Dan más opciones que nuestro típico curry de supermercado: se puede elegir entre suave, medio y picante (mild, medium y hot). Pero si no hay más remedio que utilizar el curry del súper de la esquina, siempre se puede arreglar, añadiéndole pimienta y comino en polvo.
- 2 Pechugas de pollo cortadas a dados.
- Una cebolla picada. Dos dientes de ajo picados.
- Una cucharada sopera de chutney de mango.
- Sal, pimienta y comino molido.
- Un puñado de pasas sin pepitas puestas a remojar en agua caliente (son optativas no es imprescindible ponerlas).
Ponemos sal, pimienta y curry al pollo y lo freímos en aceite a fuego fuerte, aunque se pegue un poco, y cuando esté hecho por todos los lados, lo sacamos y lo reservamos. En el mismo aceite sofreímos la cebolla y el ajo a fuego lento, hasta que esté melosa, y añadimos las pasas con el agua y la cucharada de chutney y removemos hasta que hierva el agua. Añadimos el pollo y dejamos cocer, añadiendo más curry, comino molido y pimienta, hasta que la salsa tenga el sabor que más nos guste.
Hay mucha gente que le añade nata al curry, pero a mí se me hace pesada y además, lo que utilizan en la India para hacer las salsas es leche de coco y no nata líquida. Si se utiliza alguna de las dos cosas se pone a la vez que las pasas y se deja reducir hasta que la salsa esté espesa.
Si no se tiene chutney, puede utilizarse mermelada de albaricoque o melocotón (aunque es muchísimo mejor el chutney). Al fin y al cabo el chutney es una mermelada con especias.
Se sirve con arroz basmati y yo suelo poner también una ensalada de pepino, menta y yogur, que es fresquita y ayuda a “reponerse” del picante: Se pela y se corta a daditos un pepino, se pone con sal en un escurridor para que suelte el agua y luego se seca con papel de cocina. Se mezcla en un bol con un yogur griego, sal y menta (fresca, por supuesto) picada.
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