lunes, 10 de diciembre de 2007

Galletas Navideñas

Estoy poseída por el espíritu de la Navidad, llena de buenos deseos, de ganas de ver nevar y de hacer cocinitas navideñas. Uno de los olores que más espíritu navideño tienen (para mi) son las galletas. No sé por qué, pero lo tienen… Estas son perfectas, con el toque de jengibre que las hace diferentes, y además se pueden hacer con formas y decoración navideñas e incluso las podemos usar como adornos para el árbol. Ah. Y son perfectas para hacer con niños… Quiero decir, con ayuda de niños, no en plan la bruja piruja de Hansel y Gretel.


Ingredientes: (como para unas 30 galletas)
  • 125 grs de mantequilla cortada a dados y a temperatura ambiente
  • 90 grs de melaza (se puede comprar en los herbolarios) o miel
  • 100 grs de azúcar moreno
  • 300 grs de harina bien mezclada con una cucharada sopera de jengibre en polvo y una cucharadita de café de bicarbonato
  • El zumo de un limón, colado que no tenga pulpa (puede que necesitemos más)
  • 250 grs de azúcar glacé (quizá haga falta más)
  • Colorantes alimentarios

Precalentar el horno a 190ºC. En un bol puesto sobre una cazuela con agua caliente, se pone la mantequilla, la melaza (o miel) y el azúcar. Y removemos hasta que la mantequilla se haya derretido y el azúcar se haya disuelto. Apartar el bol del calor.

Añadir la harina con el jengibre y el bicarbonato y mezclar bien hasta que quede una masa dura, que pueda extenderse con el rodillo. Hacer una bola con la masa, envolverla en papel film y meter en la nevera durante media hora.

Extender la masa con el rodillo hasta que tenga un espesor de aproximadamente medio centímetro.

Cortar las galletas con moldes navideños, arbolitos, estrellas, campanas, muñecos de nieve, papanoeles, angelitos, corazones… Si las vamos a usar para colgarlas en el árbol de Navidad, hacemos un agujerito con un palillo para luego poder pasarle un hilo.

Ponerlas sobre una bandeja de horno engrasada o cubierta con una hoja de silicona o de papel de horno y meter al horno durante 15-20 minutos, hasta que empiecen a dorarse los bordes. Las sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para decorarlas, mezclamos el azúcar glass con el zumo de limón calentado y una cucharadita de mantequilla, hasta que todo el azúcar se haya disuelto y tengamos una pasta espesa. La repartimos en varios boles pequeños, y le añadimos colorante hasta que tengan los colores que queramos utilizar.


Sobre las galletas frías hacemos la decoración y la dejamos secarse. Tarda bastante, así que hay que ser pacientes y no toquitearlas demasiado, o el glaseado perderá el brillo y se quedará feísimo.

Si no se tienen moldes (aunque ahora los venden en todos los hipermercados), se pueden hacer dibujando la silueta sobre una cartulina, recortándola y usándola de plantilla para cortar la masa con la punta de un cuchillo.

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