Se acaban las vacaciones y el verano. Está gris y llueve. Hace frío. El día perfecto para unos macarrones reconfortantes. La ventaja de esta receta es que se hace con cosas de esas que siempre hay en la despensa: una cebolla, una lata de paté, algo de salsa de tomate congelada... Perfecta para el día que vuelves de las vacaciones.
Ingredientes:
- Macarrones o galets (tiburones) o cualquier pasta corta.
- Media cebolla picada pequeñita
- Una lata de paté (para cocinar yo suelo usar el paté de jabugo de Sanchez Romero Carvajal)
- Salsa de tomate (opcional)
- Vino blanco
- Aceitedeolivavirgenextra
- Sal y pimienta negra recién molida
- Queso rallado
En una olla con sal y un chorrito de aceite ponemos a cocer la pasta.
Mientras hierve el agua y se hace la pasta, en una sartén sofreímos la cebolla picada en un poquito de aceite de oliva, hasta que esté transparente. Cuando esté bien transparente y empezando a dorarse añadimos el paté y movemos bien, con el calor se irá deshaciendo.
Ponemos el vino blanco (como medio vaso) y disolvemos todo el paté en él. Dejamos reducir un poco, hasta que quede una salsa espesa, rectificamos de sal, espolvoreamos con pimienta y listo para poner sobre la pasta ya cocida y escurrida.
Si hemos pensado poner tomate, lo ponemos antes de rectificar de sal y de poner la pimienta, mezclamos bien, salpimentamos y listo.
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