- Una pechuga de pollo o de gallina (con hueso y piel)
- Un hueso de jamón (opcional)
- Una bandeja de esas que venden en el súper de verduras para caldo, o:
- Dos ramitas de apio (una si son muy gordas)
- Un puerro grande (o dos pequeños)
- 4 ó 5 zanahorias medianas
- Un nabo
- Una chirivía (si se encuentra)
- Un puñado de judías verdes (o ¼ de repollo)
Se lavan y pelan las verduras, y se lava la pechuga. Se pone todo al fuego en una olla con agua fría. Cuando empiece a hervir, hará una espuma marrón bastante fea que sacaremos con una espumadera. Cuando hierva sin hacer espuma bajamos el fuego y dejamos tapado durante una hora u hora y media, hasta que el caldo esté blanquecino. Si mientras cuece se evapora demasiada agua, se puede añadir más. Se pone la sal al final, porque el hueso de jamón ya es bastante salado y si salamos antes de cocinar puede que quede salado el caldo.
Colamos el caldo, apartamos el pollo para croquetas (o para picarlo y ponerlo en la sopa, para hacer una ensalada de pollo), tiramos el hueso de jamón, y con las verduras se puede hacer puré pasándolas por la minipimer y luego por el pasapuré, y añadiendo algo de caldo para que no quede demasiado espeso.
Tanto el caldo como el puré se pueden congelar cuando se enfríen. Yo los congelo en tuppers pequeños, para descongelar para hacer una sopa para una cena, o para usar el caldo para alguna otra receta.
2 comentarios:
Me parece que voy a hacerme fan tuya. Este blog pasa a mis marcadores.
Saludos!
Eva
¡Excelente receta! Muchas gracias por explicarla tan bien, he intentado hacer sopa unas cuantas veces y ha sido un fracaso, así que muchas gracias y espero que continúes ayudándonos a los demás a cocinar bien.
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