Ingredientes:
- 1 cola de merluza de 1,5 kg., desescamada y lavada.
- Aceite de oliva
- Agua
- Sal
- Vino blanco
- Una rebanada de pan
- 3 dientes de ajo
- Pimentón (que sea de la Vera, del bueno)
Se precalienta el horno a 180º. Se coloca la cola de merluza en una bandeja de horno, se sala por todas partes y se unta con aceite de oliva. A continuación, se ponen el vino blanco y el agua en la fuente (como medio vaso entre los dos), se mete en el horno y se deja durante 20-25 minutos, hasta que se vea que la carne se desprende de la espina y adquiere ese punto rosa que lo mantiene jugoso. Mientras está cociendo, rociar dos o tres veces con el jugo que queda en la bandeja, para que no se reseque. Si se quedara sin jugo, añadir algo más de agua, no debe quedarse sin líquido o se resecará el pescado.
Mientras se hace la merluza en el horno, en una sartén freímos la rebanada de pan, y la apartamos para después. Luego, en el mismo aceite, freímos los ajos cortados a rodajas hasta que estén doraditos pero sin que se quemen y cuando estén listos añadimos el pimentón (como una cucharadita pequeña) y lo freímos pero sin que se arrebate, o amargará, y añadimos un chorrito de vino blanco. Picamos el pan en el mortero y cuando esté hecho una pasta lo añadimos a la sartén y a fuego lento cocemos todo junto, de forma que quede una salsa ligeramente espesa.
Cuando la merluza esté lista, la ponemos en una fuente de servir y la abrimos por la mitad, quitando la espina, y la regamos con la salsa bien caliente a la que habremos añadido el juguito de hacerse la merluza que queda en la fuente del horno.
Se puede hacer con rodajas de merluza en vez de con merluza entera. Pero queda más jugosa la cola de merluza entera.
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