Uno de los dulces que más me gustan. Después del tocino de cielo. Y del huevo hilado, que es dulce pero no se toma de postre... Además, son bastante fáciles de hacer. Se pueden guardar en la nevera hasta 2 semanas, aunque nunca duran tanto tiempo, un par de días como mucho. Ingredientes:
- 12 yemas de huevo
- 180 gr de azúcar
- 1 ramita de canela
- ½ corteza de limón
- Azúcar glass
- 10 cucharadas soperas de agua
En un cazo ponemos el agua, el azúcar, la cáscara de limón y la canela. Lo hacemos hervir a fuego muy suave, removiendo todo el rato hasta que espese. Lo retiramos del fuego y sacamos la cáscara de limón y la rama de canela. Removemos un poco las yemas para romperlas y las pasamos por un colador fino con ayuda de una cuchara o de la mano del mortero y las hacemos caer en otro cazo. Después vertemos el almibar poco a poco, moviendo despacio con las varillas para que se mezcle bien. Cuando está mezclado volvemos a poner a fuego muy bajo y movemos hasta que quede una masa muy espesa que se despegue del cazo. Es muy importante que no hierva porque si hierve, cuajan las yemas y tenemos que volver a empezar. Lo mejor es calentar un poco, apartar del fuego, volverlo a calentar, y así hasta que esté listo.
Ponemos la mezcla en una bandeja o un plato y dejamos enfriar. Cuando esté fría, hacemos bolitas (del tamaño de un bombón) que pasamos por azúcar glass y las ponemos en capsulitas de papel como las de los bombones.
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