Ingredientes:
- 1 cebolla mediana muy picada
- 1 bolsa de guisantes congelados (los de verdad están muy bien pero son difíciles de encontrar, son carísimos y es un rollo desgranarlos. Y la verdad, una vez hecho eso están más ricos crudos que cocinados)
- 150 grs de jamón serrano picadito.
- 1 trozo de tocino entreverado, como 50 grs, una loncha gordita, también picado (no vale bacon)
- Un par de hojas de hierbabuena fresca (o una pizca de hierba buena de bote)
- 1 huevo duro
Se cubre el fondo de una cazuela con aceite y rehogamos la cebolla con la cazuela tapada, hasta que esté bien transparente y empiece a dorarse. Entonces añadimos el jamón y el tocino y dejamos que siga haciéndose unos minutos, hasta que lo blanco del tocino esté bien transparente. Entonces añadimos los guisantes aún congelados y medio vaso de agua y sal, mezclamos todo bien y tapamos la cazuela. Cocinamos a fuego lento, con la tapa puesta, durante unos 20 minutos, moviendo de vez en cuando para que no se peguen. Si vemos que quedan secos se puede añadir algo más de agua, deben quedar con algo de caldo. Cuando los guisantes estén hechos, añadimos la hierbabuena y dejamos 5 minutos más.
Picamos el huevo, lo añadimos a los guisantes y mezclamos bien de manera que la yema se disuelva en el caldo y lo espesen y dejamos enfriar con la cazuela tapada.
Esta receta se puede hacer también con habas en vez de con guisantes. Lo único que varía es que necesitan más rato de cocción, unos 10 minutos más.
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