Este plato es simplísimo y recuerdo que de pequeña me encantaba volver del cole y que hubiera huevos con bechamel para comer. No se tarda demasiado en hacer y se puede recalentar al día siguiente. Y además es perfecto para esos días que la nevera es como un desierto... Ah. Y entran en la categoría de comfort food.
Ingredientes:
- Huevos
- Bechamel
- Jamón serrano en lonchas y cortado en trocitos como del tamaño de una uña
- Champiñones (optativos)
Para la bechamel: - Un poco de mantequilla o aceitedeolivavirgenextra
- Harina
- Leche(mejor si es entera)
- Sal, Pimienta, Nuez moscada
Lo primero de todo cocer los huevos, escurrirlos, y sumergirlos en agua fría para pelarlos en el último momento.
En una sartén con una pizca de aceitedeolivavirgenextra rehogamos el jamón y los champiñones cortados en láminas a fuego fuertecito, para que se evapore el agua.
Y en otra sartén hacemos una bechamel clarita, friendo una o dos cucharadas de harina en un chorrito de aceite de oliva o una cucharada de mantequilla y añadiendo leche sin parar de mover para que no se hagan grumos. Sazonamos con sal, pimienta y un poco de nuez moscada y mezclamos con el jamón y los champiñones.
En una fuente de horno colocamos una capa de bechamel y encima los huevos cortados por la mitad a lo largo. Cubrimos con el resto de la bechamel, que queden bien cubiertos, espolvoreamos con queso rallado y calentamos en el horno hasta que esté bien gratinado.
Se puede hacer sin champiñones, o con jamón de york, o sólo con bechamel poniendo la capa inferior de salsa de tomate... A mi me encantan de cualquier manera.
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