- Macarrones
- Carne picada (yo uso mitad ternera y mitad solomillo de cerdo ibérico, queda más jugosa)
Chorizo picado - Salsa de tomate (receta: http://micuadernodecocina.blogspot.com/2007/09/salsa-de-tomate-rpida.html )
- Mantequilla
- Queso rallado.
En una olla con agua hirviendo y sal cocemos los macarrones. A mi me gusta que estén un poco pasados, nada de al dente, en el colegio no hablábamos italiano.
Mientras tanto, en una sartén con aceite y mantequilla, se fríe la carne mezclada con el chorizo, que previamente habremos picado en daditos muy pequeños si es del “duro” o le habremos quitado la “piel” y deshacemos la carne del chorizo con dos tenedores en la sartén. Se pueden hacer sólo con carne, o sólo con chorizo, o chorizo y jamón serrano, eso ya depende de lo que a cada uno le apetezca y de lo que haya en la nevera.
Cuando estén los macarrones listos escurrir, lavarlos con agua fría y escurrir muy bien, que no quede nada de agua y ponerlos en una fuente de horno. Mezclarlos con el sofrito de carne y luego mezclar otra vez con la salsa de tomate.
Probar de sal y rectificar si hace falta. Cubrir con queso rallado, unos puntos de mantequilla y calentar en el horno y gratinar.
A mi me encanta probarlos antes de poner el tomate, están riquísimos sólo con el aceitito-mantequilla-grasita del chorizo. Casi no necesitan tomate. Pero se secarían en el horno.
A veces, antes de poner el queso, los cubro con una capa finita de bechamel muy clarita y luego el queso encima, también están muy buenos así.
Están más ricos que los del cole, la verdad, seguro que la carne del cole era de peor calidad, el chorizo no tan bueno y el tomate sería de bote, pero yo los recuerdo como algo exquisito... comparados con la sopa de pescado de los viernes (fuera Cuaresma o no...).
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