- 225 grs de chocolate para postres, o cualquiera que sea 70% cacao (también se puede probar con un 85%, pero en ese caso yo añadiría algo más de azúcar).
- 5 cuch soperas de agua (o de café fuertecito, tipo expresso, aunque sea descafeinado, le da un “toque”)
- 2 cuch soperas de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 cuch sopera de nata agria
- 5 huevos, separadas las yemas y la clara
- Una pizca de sal
- 1 cuch sopera colmada de azúcar
Poner el chocolate cortado en trocitos en una cazuela con el agua (o café) y derretirlo a fuego muy bajo y removiendo constantemente con unas varillas. Si empieza a humear, apartar del fuego y seguir removiendo para enfriarlo un poco. Cuando esté derretido, añadir la mantequilla y la nata agria hasta que esté todo bien mezclado, mover unos minutos con las varillas para que se temple la mezcla.
Añadir las yemas, de una en una, moviendo constantemente para que el chocolate siga enfriándose y no cuajen.
En un bol aparte montar las claras junto con la sal a punto de nieve (dicen que la sal hace que se monten antes) y cuando ya estén casi listas añadir el azúcar y seguir batiendo hasta que estén bien montadas.
Añadir las claras montadas, en varias veces, al chocolate batido, mezclando muy suavemente con las varillas, con movimientos envolventes de arriba hacia abajo, si lo hacemos batiendo, o demasiado brusco, las claras se “desmontarán” y nos habremos cargado la mousse.
Poner la mezcla en boles individuales, o copas, o en un bol grande para servirla en bolas como si fuera helado. Se puede acompañar de nata montada.
Dejar enfriar en la nevera un mínimo de 4 horas.
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