domingo, 18 de mayo de 2008

Cordero al Horno

Ingredientes:
  • Dos paletillas de cordero lechal. Le pedimos al carnicero que les de unos golpes, es decir que les haga unos cortes sin llegar a cortar del todo, en 2 ó 3 trozos. Dentro de cada uno de estos cortes meteremos un diente de ajo pelado y “roto” de un golpe.
  • 1 kilo de cebollitas francesas
  • 4 patatas cortadas en trozos medianos
  • 4 dientes de ajo además de los que hemos puesto dentro del cordero
  • 1 vaso de agua, 1 de vino blanco y ½ vaso de coñac
  • Aceite, sal, un par de hojas de laurel y perejil

Precalentamos el horno a 200º.

Lavamos y secamos el cordero, rellenamos los cortes con los ajos, y le ponemos sal. Lo ponemos, junto con las cebollitas, las patatas y el laurel en una fuente de horno, a poder ser de barro o cerámica. Rociamos con el agua y el vino y metemos en el horno a 200º durante media hora.

Luego le damos la vuelta al cordero y movemos las patatas y cebollas para que se hagan por todos lados y volvemos a meter en el horno.

Hacemos una picada en el mortero con 4 dientes de ajo y el perejil y le añadimos el coñac.

Echamos la mitad de la mezcla sobre el cordero y al cabo de un rato, volvemos a darle la vuelta a la carne y regamos con el resto de la picada. Dejamos que termine de asarse hasta que quede bien doradito.

De vez en cuando, regamos todo con el jugo de la cocción, para que no se seque la carne.

Es difícil dar un tiempo de cocción exacto, ya que depende del tamaño de la paletilla y de si el cordero es lechal o no… Lo mejor es ir pinchando de vez en cuando y cuando el jugo salga transparente (incluso un pelín rosado) estará hecho. No conviene pinchar muy a menudo, o lo que conseguiremos es un cordero-colador que quedará seco por dentro.

De todas maneras, un tiempo orientativo, para dos paletillas de cordero de aproximadamente medio kilo cada una, sería aproximadamente una hora y cuarto (yo las pincharía cuando llevaran una hora y las “regaría“ con el jugo de la bandeja cada 10-15 minutos).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uno no puede despistarse con este estupendo blog. Nos sorprende cada día con recetas estupendas y riquísimas, que estimulan no la gula, sino el buen comer.

Que el ritmo de publicación sea algo más irregular recientemente, hace que los que somos devotos lectores leamos con mayor fruición cada entrada.

Un placer.