Tengo una amiga que te cuenta sus estados de ánimo refiriéndose a la cantidad de puré de patatas que come. Dice cosas como "llevo tres días comiendo puré" o "hace por lo menos quince días que no como puré de patatas". Y con eso sabes si está depre o si está bien. Y una vez más la comfort food tiene hidratos de carbono a gogo... Esta receta es la del puré antidepresivo de mi amiga. Aunque en casos de urgencia extrema vale el de sobre...Ingredientes:
- Patatas peladas, lavadas y cortadas en dados
- Mantequilla salada
- Nata de montar (la que es más espesa)
- Sal, pimienta y nuez moscada
Cocemos las patatas en agua y cuando estén hechas (y empezando a deshacerse) apagamos el fuego, las escurrimos y las volvemos a poner en la olla. Añadimos un buen trozo de mantequilla (pero bueno, sin racanerías) y chafamos las patatas con un tenedor o con las varillas moviendo bien para que se mezcle con la mantequilla.
Cuando esté hecho el puré y no queden trocitos de patata por ahí rondando añadimos un buen chorro de nata (mejor si la calentamos antes en el microondas), la sal (con cuidado si hemos usado mantequilla salada), la pimienta y la nuez moscada, mezclamos bien, y listo.
Los anglosajones hacen el puré con un aparato que no falta en ninguna cocina
que se llama "potato masher" y que sirve para aplastar las patatas y hacerlas puré. No sé por qué nosotros nos tenemos que conformar con un tenedor...
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