Otro experimento de viernes con bizcocho para el fin de semana. Hoy he cambiado mi habitual bizcocho de yogur por una versión más “pecaminosa”: nata en vez de yogur y mantequilla en vez de aceite de oliva.
Ingredientes:
- 1 vaso de yogur de nata para montar (yo tengo un mini-tupper de 125 ml que uso de medida)
- 3 huevos, separadas las claras de las yemas
- 1 vaso y medio de yogur de azúcar
- unos 75 grs de mantequilla (la he puesto a ojo, media tarrina de 150 gs)
- 3 vasos de yogur de harina
- 1 sobre de levadura royal
- unas 10 vainas de cardamomo
- 1 naranja
Precalentamos el horno a 175º.
Lavamos la naranja y rallamos la piel. Luego la partimos por la mitad y le sacamos el zumo apretando con la mano, sin exprimidor y después despegamos la pulpa del resto de piel y lo ponemos todo junto en un cazo pequeño.
Abrimos las vainas de cardamomo, machacamos bien las semillas en el mortero y las añadimos a la naranja “desestructurada”. Y también ponemos la mantequilla. Lo ponemos todo al fuego hasta que empiece a hervir. Apartamos del fuego y movemos bien. Dejamos que se derrita la mantequilla mientras se enfría todo moviendo a ratos.
Mientras se enfría, en un bol mezclamos con la batidora la nata, las yemas el azúcar y la levadura. Le añadimos la mezcla de mantequilla, naranja y cardamomo y después, uno a uno, los tres vasos de harina y un puñado de semillas de amapola.
En otro bol batimos las claras a punto de nieve y cuando estén listas, las añadimos, mezclando muy suavemente para que no se bajen hasta que estén bien incorporadas a la masa.
Ponemos la masa en un molde, espolvoreamos bien con azúcar y metemos al horno unos 40 minutos, o hasta que al pinchar con una brocheta salga limpia.
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